Ya con sus puertas abiertas y disponible al público dadas las 15:30 hs del 17 de noviembre de 2018, el Estadio Obras nos daba la cálida bienvenida a un festival que se había demorado mucho en regresar, 21 años para ser exactos, pero que su impacto sin dudas dejó alegres y satisfechos a todos sus espectadores.
La primera edición tuvo lugar hace más de tres décadas con inolvidables artistas nacionales e internacionales, entre ellos INXS, John Mayall y Nina Hagen. Sin embargo el brillo esencial fue protagonizado por la música nacional que constituye la gran influencia de nuestra actual época, dividido en tres días para mayor disfrute, Charly García, Virus, Soda Stéreo, Fito Páez, Sumo, Los Abuelos de la Nada, prácticamente todos, los más grandes y en el momento clave de sus carreras. Las ediciones que siguieron tuvieron un mayor enfoque en cuanto a lo internacional, Prince, David Bowie y No Doubt fueron las grandes estrellas de esas noches.
Esta cuarta edición se presentó muy recargada, quizá por el tiempo transcurrido para dejar en evidencia que volvió con todo. En un solo día el complemento justo de lo nacional e internacional se dividió en una tarde de Todo Aparenta Normal y Octafonic, ambos nuestros y marcando un estilo muy diferente unos de otros, The Magic Numbers nos dieron un abrazo de oso musical con su dulzura y estilo romántico pero bailable y un mágico atardecer se aproximaba cuando Eruca Sativa llegó para recibir la noche con todo el power rock que los caracteriza, dejándonos boquiabiertos con su increíble show cargado de energía y ganas de poguear, además realizaron su versión propia de “Eleonor Rigby” y se lucieron indiscutiblemente.
Si bien la rapera Azealia Banks formaba parte del line-up, canceló su show dos horas antes por cansancio y cuestiones de salud, lo cual reprogramó los horarios del festival para que no se viera perjudicado organizacionalmente.
El receso más largo de la noche dio lugar al deleite de muchos paladares gracias a la buena organización en cuanto a foodtrucks, contando con cerveza, comida rápida y helados que estuvieron disponibles durante todo el evento.
Ya con la noche instalada y un cielo estrellado sobre todos los presentes, The Vamps por primera vez en nuestro país nos mostraba la total esencia del pop como nos promete el nombre del festival, con un público adolescente y mayoritariamente femenino loco de felicidad y emoción.
Finalmente el momento de Blondie se hizo desear pero llegó para perfeccionarlo todo, la banda de Debbie Harry causó conmoción en un público de todas las edades que no pararon de cantar y disfrutar toda la noche y respondieron NO con fervor cuando la admirable rubia preguntó “Do you have enough?”. Las visuales conservaron una estética muy acertada en cuanto a la esencia de ésta y todas las bandas. “Stop fucking the planet” fue el mensaje que Debbie quiso brindarnos con un bello estampado en su campera. Los emblemáticos músicos dejaron en claro que con el correr de los años Blondie continúa generando sensación e inspiración para jóvenes y adultos.
En líneas generales el festival proporcionó todo lo prometido y más, fue masivo pero íntimo, destinado a jóvenes y adultos, fue pasado y futuro, fue tranquilo y explosivo, fue rock and pop y promete haber regresado por mucho más.
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