Abel Pintos sin dudas está pasando su mejor momento, acumula tres premios Gardel de Oro, el último se lo ganó en la edición 2017 por su disco “Once”, editado en 2016.
Soñar con hacerle una entrevista es justamente eso “un sueño”, ya que el artista bahiense no para de viajar en el marco de su gira “La familia festeja fuerte” con localidades agotadas en cada lugar donde se presenta.

Lleva 22 años de carrera, apadrinado por Raúl Lavié cuando apenas tenía 11 años y le entrega un demo para que escuche y lo ayude a llegar a un productor. Es uno de los máximos exponentes de la música de nuestro país en estos últimos años.
Sus inicios están más cercanos al folklore aunque ha ido evolucionando y reinventándose en cada álbum, tal es así que ahora está más cercano a la música pop.
En alguna entrevista menciona que su ídolo musical fue Mercedes Sosa quien participó en 2001 en el álbum “Cosas del corazón”, además admira profundamente a Charly, León Gieco quien fue productor de su primer disco a nivel nacional. Abel, estuvo sus primeros dos años de carrera oficial como telonero de la gira de León, fue además quien lo sube por primera vez al escenario del festival de Cosquín, allí tiene un buen recibimiento y es invitado a hacer su propia presentación en el imponente festival, desde ese momento no paró mas. Gustavo Cerati, también es muy admirado por el músico, es por ello que lo homenajea con Cactus.-
Interpretó a lo largo de estos años temas propios como de otros autores, cada trabajo discográfico tiene una característica diferente, más allá de las melodías, las texturas y los acordes musicales. En 2014 cuando recibe el premio Gardel de Oro, en una noche marcada por la emoción ya que ese día horas antes moría Gustavo Cerati, Abel se emociona al recordarlo y dice que el ex Soda es su inspiración para reinventarse en cada disco, en cada canción, que su mejor manera de honrarlo seguirá siendo esa.
SUEÑO DORADO
En 2012 edita su quinto álbum como cantautor y compositor, cumplía 15 años de carrera y hasta ese momento no había tomado la dimensión que tomó luego, se podría decir que hay un antes y después de Sueño Dorado.
En los años previos a la edición de este disco, Abel tenía mucha convocatoria en festivales y presentaciones en el interior pero no llegaba a vender discos en la magnitud que representaba quizás para sus seguidores y él mismo porque no.
Sueño Dorado es el primer disco grabado en vivo, coproducido por el propio cantante, filmado en un ambiente natural, en el amanecer de la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, en la provincia de Tucumán, un lugar con mucha historia, con un entorno imponente. La iluminación totalmente natural, los músicos y sus instrumentos fueron el marco para que la música fluya y él vestido a tono con el reflejo del sol hiciera un recorrido por su carrera con temas de distintos momentos de la misma. En el repertorio se combinan los sonidos acústicos, folklóricos y electrónicos con el paisaje y la voz inconfundible de Abel.
En la parte técnica y detrás de escena acompañaron unas 50 personas que hicieron todo y más para que el material sea impecable.

CACTUS
Es el primer corte de Sueño Dorado, es sin dudas un homenaje a su autor, Gustavo Cerati, a quien Abel admiraba profundamente. En el momento que se edita y graba el disco, Gustavo se encontraba desde hacía dos años en coma debido a un ACV.
La versión que presentó el bahiense fue muy bien recibida por la familia del ex Soda y también por sus seguidores.
Es más instrumental quizás que la versión de cactus que edita Cerati en su álbum “Fuerza Natural”. Cuando se le preguntó allá por 2009 a Gustavo qué representaba o como había surgido esta canción, él decía lo siguiente:
“La canción es como cierta contemplación del tiempo que como humanos nos es un poco imposible: un médano se transforma en un témpano, para eso hace millones y millones de años, y el Universo maneja esas escalas y nosotros miramos el cielo y vemos, no sé... cosas que ya ocurrieron hace millones y millones de años. Estamos viviendo un tiempo que nos es absurdo, pero al mismo tiempo es real: va a ocurrir." G. Cerati
En la versión original Cerati reconoce que con Cactus logra de alguna manera hacer una utilización de los recursos folclóricos del norte de nuestro país como parte de una fusión musical con el rock, siempre fue un artista que marcó alguna diferencia y en cada disco fue reinventándose todo el tiempo.
Es una de las características que Abel admira de Cerati y con la cual se siente inspirado para buscar en cada momento de su carrera una reinvención permanente.
Esta nueva versión de cactus comienza con una intro de acordes instrumentales, luego una guitarra, un charango y la voz de Abel que asoma suavemente para darle sentido a cada estrofa.
“Un cactus suaviza mis yemas con su piel
Y tiene cien años, sólo florece una vez”
EL FENÓMENO SOCIAL, LAS ABELERAS
Tienen tantos kilómetros recorridos como el propio Abel, lo siguen a sol y a sombra en sus giras y comparten la admiración por su música. La espiritualidad que transmite el músico es una fuente de inspiración para muchos y aunque él prefiere no llamarlos fans porque prefiere el término de compañeros, cómplices, familia, lo cierto es que mueve multitudes a lo largo y ancho de nuestro país.
En ese marco es que el músico denominó a la gira que está llevando a cabo ahora, con un nombre que quizás es el que mejor define a sus seguidores y el que mejor representa el fenómeno social que significa su música.
La gira “La familia festeja fuerte” ha recorrido gran parte de la Argentina y algunos países de Latinoamérica, entre ellos Colombia, Perú, Costa Rica.
Aún quedan en agenda para los próximos días La Plata, donde se presentará en el estadio único, donde ya tiene entradas agotadas, y luego estará en el Estadio Quality de Córdoba el 29 de noviembre, allí cerrará la gira a nivel nacional, para luego volar hacía Uruguay, Chile y Paraguay.
Volviendo al concepto de familia que representa la música de Abel, es admirable el respeto que hay en sus seguidores para con el músico y para sus pares, lo siguen desde niños hasta abuelos, es un ambiente muy familiar donde se fusionan los gustos musicales con el espíritu de paz que lleva Abel en sus interpretaciones.
El mismo músico no habla de géneros musicales porque sostiene que prefiere evolucionar constantemente, interpreta un tema con ritmo de bachata para luego pasar a una chacarera, una zamba o un melódico. Quizás ese es el secreto con el que conquista tanto a un público multifacético que lo sigue, lo admira y lo respeta.

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