“Keep on Lying” es una de las 12 canciones que componen “Lonerism” (2012), segundo disco de estudio de la banda australiana Tame Impala, finalizado en un año que presumía el fin del mundo. Con canciones sobre sueños apocalípticos (“Apocalypse Dreams”) podemos percibir que todo fin metafóricamente implica un comienzo y este disco representa el inicio de reproducción de uno de los más fascinantes álbumes que la música nos permitirá apreciar. El nombre de la canción plantea la idea principal de no decir la verdad, y al mismo tiempo estas mentiras terminan por decirlo todo.
Para poder indagar sobre la magia que esta canción en particular produce en nuestros sentidos, es necesario introducirnos al elemento fundamental que dio vida al conjunto. Kevin Parker es Tame Impala, el creador de una obra maestra que ha logrado consagrarse en la escena musical. Así como Tame Impala es Kevin Parker, quien durante toda su vida se ha dedicado a grabar y componer, creando así melodías para todos los instrumentos de la banda. Autosuficiencia e introspección son las dos cualidades que sintetizan por completo al talento del músico y a la esencia de esta formación musical. El resto de los integrantes (Dominic Simper, Jay Watson, Cam Avery y Julien Barbagallo) son una representación de lo que Kevin Parker no podría realizar físicamente por sí solo en vivo; son la imagen, la materia, el vivo y cuerpo de la banda, Kevin Parker constituye el espíritu y el alma de la misma. Y con estas ideas es que podemos imaginar el increíble sentido personal que el artista atribuye a sus canciones. El objeto de inspiración de todas ellas no puede llevarnos a otra cosa que al concepto de soledad, como fuente de historias, creación de ideas, melodías y sentidos. No se sabe si esto se debe a las características del lugar en el que el músico ha pasado su infancia y juventud o a los rasgos principales de su personalidad. Kevin Parker nació en Perth, lejos de casi todo, para llegar allí se debe tomar una de las carreteras más largas del mundo y conducir durante un par de días. Es posible que esta ciudad haya sido el mágico escenario de inspiración y factor constructivo de la forma de ser y de las concepciones del mundo y la realidad que habitan en la mente del compositor, o al menos durante la primera etapa de su vida. El músico en más de una entrevista nos ha dejado claro el mensaje de que la “soledad es dicha”, nombre de una de las canciones de su primer disco y que a su vez contiene la frase “hay una fiesta en mi cabeza y nadie está invitado”, la cual resume de muchas maneras a Kevin Parker, quien toma a la música como deporte y terapia y quien de acuerdo a los procesos creativos de su trabajo nos brinda un sentido personal e individualista. Mismo todas sus canciones intentan rozar nuestros sentidos e invitarnos a la introspección, nos genera una consciencia del estado en el que nos encontramos cuando escuchamos Tame Impala, el cual en un caso particular se diferencia de muchos géneros, de muchos artistas y de muchos músicos, ya que pretende transformar nuestras emociones en algo real, porque a través de su música se pueden explicar muchas cosas.

“La música es más poderosa que las drogas”
Esta frase del admirable artista deja en evidencia su falta de incomodidad sobre el uso de adjetivos lisérgicos que han sido utilizados por terceros para definir su música. Para él han representado un halago al conseguir que el público experimente sensaciones nuevas.
Por supuesto que toda música es terrenal pero para Parker también tiene que ver con el alma y es justamente a partir de la psicodelia que se puede viajar a otro lugar. Afirma que lo psicodélico es una sensación, no un género. Y ésta psicodelia de los ’60 que caracteriza su obra puede considerarse como una psicodelia renovada retro futurista. El sonido que experimentamos constituye una clara obsesión por los sonidos, el espacio y los colores. Y no es de extrañar que el arte de tapa de Lonerism así como de todos sus discos vayan de la mano con el arte de lo que podemos oír, visualmente también pretende dejarnos un mensaje y es que para muestras basta un botón. Por empezar, el arte de tapa de Lonerism (término que proviene etimológicamente de loneliness, que es soledad en español) es una foto tomada por Kevin de los Jardines de Luxemburgo, pero la toma fue realizada por el artista detrás de unas rejas y lejos de la muchedumbre, lo cual y haciendo honor al nombre del disco, representa aislamiento. Además en todos y en cada uno de sus shows en vivo, las visuales han plasmado la esencia de su música; son coloridas, atractivas, caleidoscópicas, siguen el ritmo de la melodía transportando a quien las mirase al lugar que sea, a un viaje sin retorno, como si no fuera suficiente toda la magia que simultáneamente se pudiera contemplar por los oídos, la vista en conclusión y sin dudas para la banda cumple un papel fundamental para mayor placer experimental.
Y, en consecuencia, es mediante todos estos componentes que un mantra musical nos da la cálida bienvenida a un género desprovisto de etiquetas o especificidades, siendo indie, siendo rock, siendo pop, pero indudablemente siendo psicodelia.

Cuando las mentiras se oyen hermosas
En particular siento que “Keep on Lying” es la mejor canción del disco. Si bien todas las canciones me despertaron algo diferente, ésta obra es única. Por empezar rompe con todos los esquemas posibles, no posee clara introducción como tampoco posee claro estribillo, más bien la introducción constituye el estribillo y viceversa. De igual forma, la canción no posee coda, simplemente un descenso auditivo de todas las formas complejas que logra adquirir hasta el final, como dando la ilusión de “un final abierto a la imaginación”. Sus formas tampoco son tan sencillas de detectar ya que todas las secciones tienen igual importancia y las transiciones entre una y otra se superponen derivando en explosiones transformadoras.
La intención de la letra posee matices irónicos y melancólicos en simultaneidad, y esto se debe no solo a lo que se dice sino a cómo se dice. “Simplemente sigo mintiéndote” es el título y si bien en un principio la forma en que se canta parece orgullosa de lo que expresa, esta idea cambia con la melodía y el ritmo, contando la historia de una forma más lenta, como si de pronto estas mentiras representaran dificultades o una leve sensación de tristeza. Todo esto sin mencionar la hermosura del grano del sonido y de la voz de Kevin Parker que nos transporta a la idea de poder resucitar mentalmente al mismísimo John Lennon.
Pero no solo la letra de esta canción es psicoanalítica y formidable, la participación de los instrumentos y la variación de la textura constituyen la grandeza de esta pieza musical. En un principio las líneas de bajo y batería así como la voz principal parecen sencillas, pero en el transcurso de cada segundo y minuto de la canción, estos elementos se van complejizando, crece la presencia de sintetizadores, las voces se superponen así como las guitarras, cobran mayor sonido las guitarras distorsionadas así como el órgano y, por si fuera poco, aparecen elementos instrumentales innovadores e inusuales como una clara presencia de conversaciones y risas que sin ellas la canción no sería la misma y no transmitiría todo lo que ha logrado transmitir.
La psicodelia nos envuelve y nos atrapa durante toda esta canción, y esto es algo hermoso. La superposición de todos y cada uno de los instrumentos y sonidos son dignos de una obra maestra que, si fuera por Kevin, serían infinitos en cuanto a la labor de producción que pareciera no dejar de reinventarse ya que mismo no posee un final concreto. Esta idea de superposición es más parecida a un productor de música electrónica que a un cantante de rock, pero sin embargo Kevin logra consolidar los tintes y elementos necesarios para plasmar psicodelia y rock como si se tratara de una receta justa y perfecta.
El motivo principal por el que considero nadie debería privarse de escuchar Tame Impala, y particularmente “Keep on Lying”, además de todas las razones antes mencionadas y analizadas, se da en que esta pieza musical tranquilamente podría ser una de las mejores del conjunto, no solo por la variable cantidad y calidad de emociones que puede producirnos, sino porque define de muchas formas a la banda, a nivel instrumental, creativo y emocional.
Un viaje de ida hacia la inspiración
Según Kevin Parker todas sus influencias son subconscientes, en pocas oportunidades ha mencionado a más de un artista para describir a sus fuentes inspiratorias generales, por ejemplo bandas como The Flaming Lips y Supertramp han sido nombradas por él en estos casos aislados. Pero un ejemplo de la forma en que se inspira de modo espontaneo, más sobre canciones que sobre artistas en concreto, lo obtenemos respecto de “Currents”; cuando Kevin, luego de haber escuchado bajo los efectos de hongos alucinógenos la canción disco que puede salvar vidas, estamos hablando de “Staying Alive” de Bee Gees, confesó que le provocó un profundo efecto emocional y melancólico, sintiendo el beat de la canción demasiado fuerte y psicodélico, se sintió inspirado en cambiar el sonido de la banda. Y el producto de ese cambio podemos contemplarlo en el álbum “Currents”, su último disco de estudio.
De igual manera, en cuanto a los elementos que han servido de inspiración para el líder del grupo, el nombre de la banda Tame Impala, es una referencia a una de las guitarras de Kevin, que usualmente toca Dominic Simper en vivo, la Hagstrom Impala.
Retomando las influencias, pero en base a lo que Tame Impala inspira en nosotros, es inevitable no encontrar elementos que nos recuerden, en primera instancia, a una combinación fuerte entre Pink Floyd y The Beatles. Al mismo tiempo, y al escuchar “Hall full glass of wine”, tranquilamente podríamos pensar que se trata de una canción de The doors. Pero todo el componente psicodélico y las distinciones en cuanto a estilo de música, instrumentación, producción, arte y visuales, es lo que los consagra como únicos e irrepetibles. La combinación de bajos, guitarras, baterías y sampleos digitales resume de lleno el espíritu de la banda y convierte a Kevin Parker en el mejor músico de los últimos años.
Tame impala son enormes.

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