…“Si Cosquín nos acepta como sus hijos es un placer muy grande “… así declaró Ricardo Mollo ante Telam, a lo que se sumó su compañero… “Si nos nombran parientes cercanos también nos vamos contentos”.
En el año 2008 Divididos participó del evento más importante de la música Folclórica, el Festival Nacional de Cosquin, que se realiza una vez al año en el turístico Valle de Punilla de la Provincia de Córdoba.
Fue una gran sorpresa para su público rockero, quienes asombrados, cantaron, aplaudieron y acompañaron, mostrando gran aceptación a esta nueva forma y giro que de a poco la banda estaba comenzando a dar. Pero no fueron los únicos, también lo hicieron aquellos que quizás no son empáticos con el grupo, ya que se esperaba que el evento mantenga como siempre, su estilo tradicional que lo caracteriza desde hace seis décadas.
La vibración, fuerza y aprobación de los espectadores les dio la tranquilidad para lo que próximamente se traían entre manos.
Exactamente 8 años pasaron de aquella presentación triunfal de “La Aplanadora del Rock” en Tilcara, Jujuy.
Peregrinos envueltos en banderas caminaban a Pucará lugar que costaba llegar por su altura, de a poco se iban apropiando de ese espacio.
Se murmuraba entre las angostas calles de La Quebrada de Humahuaca la gran expectativa que había en el pueblo por la llegada, de ellos, el trío del Oeste del Gran Buenos Aires haría la presentación lanzamiento de “Amapola del 66”, disco que los lleva directo al Gardel de Oro.
Para su público, seguidores y simpatizantes uno de los mejores trabajos de la banda, mezcla rara del rock poderoso, pesando y la metamorfosis acústicas de las vaguadas, bombos y violín de la música nativa.
Una noche iluminada por refucilos y rayos los asechaba. La llovizna leve se transformó en tormenta; pero esto no fue impedimento.
El líder de la banda salió al escenario ovacionado por aplausos, en sus manos llevaba una gran imagen de la Virgen y Cristo implorando al cielo que la tormenta calmara. Solo 15 minutos pasaron de aquel ruego; milagrosamente las nubes comenzaron a desaparecer, dando paso a las estrellas y al espectacular show que se inició con una versión acústica del “Arriero”, de Atahualpa Yupanqui, considerado el músico argentino más importante del folclore.
Para muchos ese aguacero fue la bendición del género que llegó a sus vidas como una “especie” de regalo.
Una simpática anécdota recuerdan el líder y bajista Diego Arnedo en Encuentro en el Estudio, programa conducido por el locutor Lalo Mir; “En el caso del Arriero nadie lo pensó, no fue decir: vamos a hacer un tema de Atahualpa Yupanqui, no. Estábamos tocando un blues como si fuera Led Zeppelin… y en un momento había que ponerle sonido, se me ocurrió cantar el Arriero, pero no es que se me ocurrió, brotó”.
Acompañado de importantes músicos folclóricos y diversos instrumentos autóctonos, comienza la gira por el país, los escenarios estaban ambientados como si fueran un campo y un molino real, algo muy similar a la tapa del álbum.
El octavo disco cuenta con un segmento único de música del norte argentino, aparece una versión emocionante y alegre de “La Flor Azul”, letra del intérprete y compositor Mario Arnedo Gallo, padre del bajista de la banda que la creó junto a su amigo y compañero Antonio Rodriguez Villar.
La letra, cuenta una historia de amor, encantado por la belleza de una joven morocha de ojos color verde, pero lamentablemente este amor no era correspondido, sus padres eran de origen húngaro y no permitían el romance, por eso el queda con … “esa pena enamorada y pena que queda sin cesar, buscando volverse copla pa hacerme llorar”…
¿Quién iba a pensar que esa muchachita fuera la musa inspiradora para la hermosa chacarera llamada “La Flor Azul”?, que trasciende desde hace años, generación en generación.
Pisando el tradicional estadio Luna Parck, en el año 2011 Divididos presenta “Audio y Agua “y su primer DVD en vivo, único formato como una “especie” de resumen de la vida del trío Power.
Se podía reflejar en el suelo de aquel estadio, la imagen de una Wiphala, bandera que con sus siete colores representa los pueblos andinos u originarios.
Con un cálido y sentido homenaje al creador de la Flor Azul, Mollo presenta al baterista Catriel Ciavarella quien dejaría por unos instantes los platillos para tomar las riendas del bombo, junto a su compañero y mano derecha, Diego Arnedo, que entra tímidamente en escena, agradeciendo al público y emocionado por la aceptación.
Ricardo Mollo y Peteco Carbajal en Cosquin 2008
Con personalidad comienzan a galopar esas criollas, bombos legueros, la voz principal e inconfundible de Ricardo marca su presencia que con su cantico
caliente, árido y picante como la tierra norteña que es acompañado por un violín libre, que aparece a lo lejos, entra en acción sin pedir permiso convirtiéndose en la figura más importante, se deja llevar por quien lo toca, uno de los santiagueños más querido y respetado de la música del genero folclórico, Peteco Carbajal, como solo él lo podía hacer, prendiendo fuego la pista y la sangre de los oyentes, suena ese violín del monte, que apasiona, transmite alegría y romanticismo, acompaña cada encuentro, marca esa melodía después de la estrofa diciendo … “ Que sólo me voy quedando mi viejo tunal, oyendo cantar al río, para el carnaval”… sólo quieres dejarte deleitar por su sonido, elegancia, inteligencia e impronta, se siente y te llega a la piel esa intensidad, te hace vibrar, es imposible que no te den ganas de bailar esa chacarera y viajar con la imaginación.
El público estalla, transformando ese momento en alegría, es uno de los temas que nunca falta en sus shows y en donde aprovechan la oportunidad de recordar al creador con admiración.
De esta manera La Aplanadora del Rock se incursiona en este género que comenzaría a calmar la típica euforia y fiera que hay en sus fieles, podríamos estar hablando de las nuevas peñas eléctricas, ya que el tiempo demostró que la banda no sólo fue aceptada por sus seguidores, hoy, músicos folclóricos invitan al trío a compartir escenarios en donde los ponchos y la batería son uno.
En líneas generales Divididos tuvo grandes experiencias y positivos resultados volando por este campo, pero en el fondo siempre persiste su esencia.
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