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Que así sea

Foto del escritor: Nicolás EscobarNicolás Escobar



El disco indicado en el momento indicado


Argentina, 1995. El país vive los primeros signos de la crisis. La Ley de Convertibilidad, vigente hace cuatro años, saca a la luz las primeras consecuencias. Recesión, desempleo, pobreza, impuestos cada vez más altos, y la mecha todavía no se había consumido. La gente salió a la calle y se manifestó día tras día en contra de las decisiones que tomaba un gobierno que poco hacía por el pueblo. “Estuvimos durante seis meses generando el disco y hubo muy poca demanda laboral. Mantenernos ocupados en el álbum nos sirvió para que no nos comieran los piojos”, expresó Ciro Pertusi, voz y segunda guitarra de Attaque 77 por aquel entonces.


Amén! es un álbum cargado de contenido político y contestatario, asentado sobre los rasgos principales del punk, aunque también circula sobre otros matices. La apertura del disco no es más que una frase ridícula de quien por aquel entonces era presidente del país: “La Argentina de la máquina de impedir, la Argentina de la que me opongo porque me opongo. Esa Argentina no puede retornar más”. Abrir de esa manera parece haber sido una decisión acertada, teniendo en cuenta el carácter combativo que tiene este álbum. Cae como una invitación a recorrer 16 piezas que, para muchos, componen el primer gran disco de la banda.


Génesis


Pero para comenzar a hablar de Amén!, debemos adentrarnos en las raíces de la banda. Attaque 77 se formó en 1987, año en el que los Ramones vinieron a Argentina por primera vez, siendo estos una de sus máximas influencias. También lo fueron los grupos punk ingleses de los años ‘70: Sex Pistols, Clash, Damned. En 1988 formó parte del recordado disco del sello Radio Trípoli llamado “Invasión 88”. Dicho álbum recopiló bandas que habían desaparecido de la órbita punk junto a otras que estaban emergiendo. Obviamente, Attaque se encontraba en el segundo grupo. Este álbum trajo consigo una pseudo grieta en el ambiente del punk nacional. De un lado se pararon los que vieron este disco como una oportunidad para despegar, y del otro lado lo veían como el final del momento más puro del género en nuestro país. No sería la única crítica que recibirían en esos primeros años.


Si hay algo que caracterizó a Attaque fue que supieron dar volantazos cuando la situación lo ameritaba. Dentro del under, se desenvolvieron con soltura y no tardaron en sonar en las radios. Aquella rotación entre las frecuencias, sumado al suceso comercial y popular de Hacelo por mí, generó que desde un sector les llovieran reproches y se los catalogue como caretas o vendidos.

El antecesor de Amen!, Todo está al revés, es un disco que muestra la mayor crudeza en las letras que haya tenido la banda. Dicho enfoque fue pensado en el afán del grupo por salir de aquella popularidad que les había dado Hacelo por mí. Repasando Amén! se pueden identificar varios matices, cuestiones que trajeron consigo críticas de los sectores más extremistas del género. Pero en sí, esto fue uno de los motivos que llevaron a esta banda al éxito: explorar otros horizontes, sin salir de la cultura punk, hacer cosas nuevas.


“Tendría que haber sido nuestro primer disco”


Más de una vez Ciro expresó esa idea, y la explicación recae en la madurez notoria que alcanzó la banda respecto a lo que habían hecho anteriormente. Si bien el suceso Hacelo por mí ya llevaba cinco años sonando en todas las radios, en esta obra Attaque había logrado la consistencia y convivencia entre sonido y composición que no había alcanzado hasta este disco. Todas las voces se entendían, ningún instrumento sonaba sobre otro y las letras decían las cosas claras, sobre todo en aquellas que iban dirigidas hacia situaciones sociales que se vivían a diario, que mostraban una actitud desafiante característica del género punk.


La composición de la banda tuvo a Ciro por primera vez colgándose la guitarra desde que era la voz de Attaque. Junto a él, con la guitarra principal, estaba Mariano Martínez, con quien tocaba desde sus comienzos con la música. Del otro lado del escenario se encontraba Luciano Scaglione, el más nuevo del cuarteto, quien desde 1992 se apoderó del bajo. Detrás, cubriéndoles la espalda, Leonardo De Cecco ocupaba el lugar de la batería. Una composición clásica, que con la inclusión de Ciro en la segunda guitarra agregó potencia a sus canciones.


Se reconoce ese ritmo acelerado y potente que le dan movimiento a las piezas que componen las canciones del punk. Amén! representa un mar que se navega mayoritariamente en una melodía ascendente, con cortes bruscos. El toque también está en el grano de la voz que vuelca Pertusi en sus piezas. Pareciera que ésta y las letras de las canciones van en paralelo, desgarrándose ante las realidades que expresa. Otro de los recursos que se utilizan en este álbum, son las citas en algunas canciones a modo de collage. Éstas funcionan como introducción o conclusión, decorándolas aún más para que el mensaje que transmiten sea expresado de manera concisa.


“Fue el más divertido y el que tuvo más política y crítica social”


Otra vez una frase de Ciro nos sirve para poder entender el impacto que tuvo Amén!. Éste se trató del último álbum de la banda que tenía a la crítica social como concepto principal.


A pocos días de finalizar el año 1993, la provincia de Santiago del Estero se levantó contra sus autoridades. Incumplimientos y recortes en los sueldos, niños desnutridos, 60 días de clases en todo el año, fueron factores que llevaron a un levantamiento popular que culminó con la caída de Fernando Lobo. “Perdemos el tiempo, nadie nos va a ayudar, salgamos a las calles a tomar lo que es nuestro”, la letra de Santiago nos lleva a aquel entonces y relata lo que pasó.


La canción 2 de abril está dedicada a los ex combatientes de Malvinas. No habla de la guerra en sí, específicamente trata la realidad que enfrentan aquéllos que volvieron: “Sigo besando la espalda que me dio el Estado”, “A un loco de la guerra nadie le quiere dar trabajo”. Una canción que comienza con la cita de un ex combatiente, enojado con los políticos: “Vienen, se sacan fotos y después nunca más”.


Para cerrar este análisis, quizá la más directa de las canciones sobre estos temas es “Degeí”, en sintonía con la Dirección General Impositiva. Esta letra expresa el descontento popular ante los altos impuestos y la falta de pago en algunos sectores: “Impuesto al aire, impuesto a vivir, impuesto al impuesto de la DGI”.


Artístas invitados


Como mencionamos, Attaque exploró nuevas formas de expresarse en sus canciones, nuevos matices y nuevos géneros, sin salir del punk. La situación económica y social que atravesaba el país pobló este álbum de canciones que rechazaban las decisiones políticas en contra del pueblo. Esas letras proletarias que comenzaron a aparecer luego de la llegada de los Ramones a Argentina parecían haber explotado con los sucesos de los 90’.


Dentro de Amén! encontramos tres covers. Fábrica, pertenece a la banda brasilera Legiao Urbana. La reversión de Attaque es muy similar a la origianl, la velocidad de la letra es menor respecto a las otras del álbum, respetando la idea principal. Además, le impone cierto criterio de lamento o pedido de ayuda, que comparte con la situación de desempleo que se veía en las calles de nuestro país. “Quiero trabajar en paz, no es mucho lo que deseo” o “¿Quién cuida las puertas de las fábricas?” son algunas de las frases que se traen a ese contexto.


Una especie de homenaje que realiza Attaque 77 en su disco, es al ya fallecido por aquel entonces Jhonny Thunders, con el tema Nací para perder, que no es más que un cover de Born to lose. Dicha canción, las transmiten en un momento donde la banda venía de ser cuestionada por salir del estilo que tuvo desde sus inicios. Quizá, esta interpretación de la canción, fue pensada para dejar en claro las raíces que llevó a esta banda al centro del a escena, y que no se habían desprendido del punk.


El único cover que tiene, claramente, un ritmo distinto respecto al original es Canción de redención (Redepmtion song, Bob Marley). Allí, la banda deja ver uno de los matices que venían de explorar con la composición de otro cover: Pinini Reggae (Sumo). Dentro de Amén!, también podemos reconocer en Tres pájaros negros la inclusión de este género.


No fueron sólo canciones


La tapa de este disco muestra una representación clara, perceptible ante cualquiera que vea este tipo de arte. Allí podemos ver un toro embistiendo a un torero. Dicha imagen contiene dos mensajes, uno bien marcado y otro por detrás, que podemos desarrollar.


En primer lugar hay una postura bien marcada que rechaza el maltrato animal. San Fermín y El Perro dejan bien en claro esos conceptos dentro del álbum. El otro mensaje, quizá el más poético, tiene que ver con la enseñanza que nos trasmite el animal. Yendo al caso de las corridas de toros, el animal, pese a saber que una vez dentro de la plaza le espera su muerte, no dejará de luchar hasta último momento por querer pegarle una cornada al torero. Amén!, el nombre del disco propiamente, no tiene que ver con una cuestión religiosa, sino que la traducción en hebreo eso “Así sea”. Y esa es la búsqueda y el sentido que se le da a la tapa del disco, por más toros embistiendo toreros.

 
 
 

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